Por: Alberto Vega

La Selección Peruana ha accedido con justicia a la final de la Copa América 2019. La oncena de Ricardo Gareca logró mejorar notoriamente, desde el juego, en comparación a partidos anteriores. Atrás quedó el desastroso resultado que sufrimos ante Brasil. A partir de ese momento se vio a un equipo más entero y ordenado –aunque con algunas fallas- pero en tramos generales mucho mejor. 

También es cierto que el ataque de Perú, en toda esta Copa, ha sido uno de los puntos bajos. Pero, todo esto mejoró con el partido ante Chile. En un tuit anterior comentamos que los buenos movimientos de Paolo Guerrero fuera del área, podrían ser una solución a los problemas de generación de ataque para el equipo nacional. A esa cuestión se le suma otra: las apariciones de los extremos a espaldas de volantes rivales.
 

En este texto analizamos la función de los extremos peruanos en el duelo frente a Chile. ¿A qué se debe que Edison Flores siempre aparece con gol? ¿Cómo jugó André Carrillo? Los detalles en este informe.


EDISON FLORES Y ANDRÉ CARRILLO: EXTREMOS - LATERALES


Edison Flores está siendo cada vez más fundamental para la oncena de Gareca al momento de enfrentar partidos tan decisivos como ante Chile. Sus goles, movimientos, apariciones y pases gol le garantiza que sea uno de los mejores en Perú.

André Carrillo: resistido por unos, aclamado por otros. Volvió al titularato luego de la derrota ante Brasil. Un extremo que no tiene mucho gol, pero sí rapidez y destreza al momento de decidir y jugar por banda o por el medio.

Vayamos por partes. Frente a Chile, los dos extremos peruanos tuvieron funciones defensivas cuando el equipo decidía replegar. Estas acciones fueron muy notorias en todo el partido. Ambos tenían que regresar para ayudar en la marca por las bandas.

Es decir: los extremos replegados para apoyar a los laterales. Trauco y Advíncula cerrados con los centrales. Cueva con la dupla Tapia-Yotún. Todos detrás de Guerrero. Todo esto en funciones defensivas, ahora vayamos a las tareas ofensivas.

EXTREMOS PERUANOS: APARICIONES POR BANDA Y POR DENTRO


La gran pregunta que surgía en la previa era ¿cómo hacerle daño a una de las mejores volantes de esta Copa América? La respuesta se centraría en la gestación de los volantes y movimientos de los extremos: de afuera hacia adentro.

Perú supo explotar un gran problema en el medio campo chileno. Erick Pulgar casi siempre estaba muy separado de sus dos interiores: Arturo Vidal y Chárles Aránguiz. Al estar alejados los tres volantes, se generaba un espacio lo suficientemente grande para que Flores o Carrillo produzcan daño por ese sector. Y así fue.


La imagen de arriba es muy clara. La línea defensiva chilena estaba separada de la línea de volantes. Esto se debe a gran parte a que Christian Cueva se juntaba con Paolo Guerrero para alejar a Pulgar de sus dos interiores (Vidal – Aránguiz) y fijar a los centrales. Mientras por fuera está atacando Carrillo y Trauco abiertos. Esta acción facilita demasiado a que ningún rival salga apretar al medio campo.  

Una vez que la defensa queda mano a mano con los delanteros peruanos, en el centro del campo sucede otra situación. Tanto Arturo como Charles están más pendientes del pase que realiza Luis Abram, pero ambos descuidan y no observan quién aparece por sus espaldas.
 

El triángulo que forma Aránguiz – Pulgar – Vidal está roto y debilitado por la larga distancia que existe entre ellos. Pero, por sobre todo gracias a la aparición de Edison Flores para romper el medio campo y recibir solo. Parte desde su banda hasta el centro.

Veamos otro ejemplo: Paolo Guerrero recostado por una banda, arrastra la marca de Gary Medel y nuevamente a Erick Pulgar. Como en la 1º foto: tanto Aránguiz como Vidal descuidan sus espaldas. En este caso, hay más responsabilidad de Charles. Es en ese momento donde interactúa Flores para aparecer: de la banda hacia el medio.


Con Carrillo también sucedió lo mismo. La situación se vuelve a repetir. La línea defensiva de Chile no aprieta en el medio campo y tanto como Charles y Arturo están más pendientes del poseedor del balón que del que puede aparecer por sus espaldas. Es justo en esa zona donde interviene el otro extremo: André Carrillo. Espera a la espalda de todos, recibe por el centro del campo y resuelve con un pase a Cueva para crear una situación de gol. 


Pulgar sigue al lado de los centrales, formando ese triángulo, tratando de marcar a Cueva. Nótese que son situaciones que se vinieron repitiendo en todo el partido. La zona media del rival de turno fue muy bien aprovechada por Perú.

EL PRIMER GOL: OBRA DE EXTREMOS

Si el tercer gol de Perú (Paolo se lleva al arquero) grafica fielmente la calidad, técnica y el juego asociado del equipo nacional, entonces el primero hace honores a las nuevas funciones de los extremos nacionales: jugar por dentro.

De hecho, cada vez que Paolo Guerrero se recuesta por un lado es casi una tendencia ver a Cueva, Carrillo y Flores picar por el centro. El mediapunta y los dos extremos rumbo al área. Casi nadie habla de esa variante, pero eso no quiere decir que no exista realmente.

El camino a la final de la Copa América lo marcó Edison Flores con un remate cruzado. Pero, desde la creación de la jugada se vienen repitiendo patrones. Carrillo, por enésima vez, por espalda de un volante. Fue “invisible” ante Pulgar. El último centro lo realizó Cueva, mientras que André y Edison ya estaban picando al área. De afuera hacia adentro. El resto es historia.

LA PIZARRA

Sinteticemos un poco. ¿Qué hacía Perú para encontrar huecos a la espalda de Chile? Posicionaba a uno de los extremos por detrás de la dupla Vidal – Aránguiz. A partir de ese movimiento se podía generar daño de contra ante una defensa mal parada, con mucho espacio y con Pulgar muy retrasado. Flores con el balón tenía opciones por delante: Guerrero, Cueva y Carrillo. En caso no decida jugar con un compañero, él terminaba las jugadas con remate. 


Perú ganó con justicia a Chile, tuvimos varias situaciones de gol y anotamos. Es cierto, solo rematamos al arco en tres oportunidades y, precisamente, esas tres terminaron en gol. El equipo en defensa también estuvo muy bueno. En todas sus líneas.

Lo mejor de todo es que se confirma que el problema de la Selección nunca fue “psicológico”. Se argumentaba y se colocaba en el tapete a Marcelo Márquez cada vez que el equipo perdía. Como si esa fuese la única explicación. La noticia más importante es que estamos en la final y eso hay que valorarlo.


Nota publicada 04/07/2019
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